lo visitamos cada vez que vamos, unas veces nos sorprende el charco que se forma en su nacimiento detrás de esas rocas y otras ese ruido abrumador que anuncia espuma, fuerza... el agua en todo su explendor.
del color blanco de la espuma, pasamos a una transparencia tan nítida que permite ver los peces que luchan por no seguir al ritmo de la corriente y a ese verde que se agolpa en los molinos por el musgo acumulado de este frío invierno.
luces, gente, naturaleza viva... así es la fontaine de vaucluse.
...que bonita tu Provenza.....¡¡¡¡¡¡ Besos Berta
ResponderEliminarComo disfrutamos! Que sitio tan especial y que suerte tuvimos al poder disfrutar de ese torrente de agua cristalina que brota de las tripas de la montaña como por generación espontánea. Estoy deseando volver, aunque ya me he dado un chapuzón virtual en tu foto...
ResponderEliminar