lunes, 4 de enero de 2010

el campo a primeros de enero...

la lluvia ha dado un respiro que hemos aprovechado sin pensar
nuestro paseo familiar al "monte" y con unos pequeños rayos entre las encinas
hemos podido disfrutar.
la siembra despunta a pesar de estar la tierra totalmente encharcada
el olor de los pinos mojados, la lavanda aguanta las heladas

3 comentarios:

  1. ... Fuen...te leo...y es como si llegase hasta mi casa el olor a campo mojado....me encanta la foto..es muy sedante...y me encanta tenerte de vuelta.....espero que los RRMM ..traigan para ti todo lo que les has pedido.....MUCHOS BESOS....Berta

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  2. Vuelve que te echo de menooooos!

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  3. Parece que viene por ahí, de las árticas soledades, una nueva ola de frío. Probablemente un día de estos despertemos y veamos que todo el país ha amanecido bajo la blanca nieve. Como si dios hubiese cogido el valle y los montes y los hubiese encerrado en una bola de cristal, en una feliz bola de nieve.

    Los tibetanos creen que el viento frío polar lo hace un gigante al soplarse los dedos, y en los caminos ponen las tribus Kame y Tehvé pequeños molinos de viento, para que el soplo gélido del gigante se entretenga, como niño, en jugar con aquellas aspas, y no llegue a sus tiendas de piel de carnero, en los altos valles.

    No dejes de retratar las pequeñas cosas de este mundo, porque todas, incluso el frío invierno, pueden verse como tú las ves: dotadas de sentido y de belleza. En eso radica tu inteligencia y tu fuerza: conoces la grandeza de lo pequeño.

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