miércoles, 27 de enero de 2010

un brindis por las amas de casa cocineras...


estos días escuchamos a todas horas las creaciones de los genios gastronómicos de nuestro país... algunos necesitan dos años para "reinventar" la comida de su restaurante, yo no tengo ni idea de esto, pero a mí me suena raro!!! no me atrevo a decir que es otro de los locales afectados por la crisis, ya que su renombre le permite estar en la cresta de la ola... y siendo de gran reconocimiento mundial, seguro que tiene una clientela asegurada. aunque tener la clientela asegurada no significa tener las cuentas saneadas!!!

Yo brindo por las amas de casa cocineras, que unas con mayor acierto que otras, hacen de su cocina un festín... que con el afán de ofrecer algo diferente a su familia y amigos, son tan creativas como los grandes, comparten sus recetas sin miedo a ser copiadas, mañana inventarán otra receta aprovechando "los restos de hoy".





¡qué buenos los macarrons de mi amiga elena!!!

4 comentarios:

  1. ...si ...nosotras estamos rodeadas de chicas que son maravillosas cocineras....que suerte tenemos....¡¡¡¡ un abrazo Berta....ah¡¡¡ y lo de tu fururo viaje a Venezia...provoca que sea en un futuro cercano....allí la primavera es maravillosa....¡¡¡y creo que te lo mereces....¡¡¡¡¡

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  2. yo también brindo por ellas (y por mí, ya de paso), por esa ilusión que ponen para recibir a los amigos, desde el principio, al escoger la receta, pasando por el mercado, la cocina patas arriba, horas y horas concinando, un vinito mientras, poner la mesa, acabar agotada... pero qué felicidad cuando suena el timbre!! hala! a disfrutar con los que vienen, que es lo mejor del mundo....
    cómo estás? todo sigue bien?
    muchos besos,
    mery

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  3. ¡Así da gusto desaparecer una semana! Nosotras no podemos esfumarnos dos años para "reinventarnos", no tenemos más remedio que hacerlo sobre la marcha y sin perder el glamour ¡Viva la imaginación y la amistad!

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  4. VIVA LA COCINA!!!!, mil gracias por tu libro, mañana te llamo para abrazarte pot teléfono, L.

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